La vuelta de los culebrones


Se puede decir que Argentina tiene cuatro tipos de tiras en materia de ficción. Por un lado el culebrón clásico, algo liviano como las novelas que produce Telefe en la tarde. Luego las tiras costumbristas que Pol-ka siempre supo desarrollar muy bien. Son amores, Por amor a vos, Campeones y Son de fierro son claros ejemplos.

Historias ubicadas en un contexto local argentino, con diversos personajes y subtramas que puedan cautivar a todos los miembros de una familia en un horario central. Por otro lado están las tiras para niños y adolescentes de la tarde. Casi Ángeles y Patito feo fueron éxitos que tienen todo un negocio de merchandising detrás. Finalmente están los culebrones clásicos, algunos "soft" para la tarde, como Herencia de amor, Amor en custodia o Don Juan y su bella Dama. Y otros un poco más adultos para el horario central, como Valientes y Malparida, o la actual Herederos de una Venganza.

En los últimos años Telefe agregó un nuevo ingrediente. Culebrones de amor con grandes figuras, en un contexto social comprometido. Montecristo fue una historia de amor que tenía como telón de fondo dramático el caso de los desaparecidos en Argentina, mientras que Vidas robadas tenía el tráfico de personas.

Pero pareciera que la telenovela clásica vuelve a tener protagonismo en el horario central. El culebrón hace referencia al estilo clásico de telenovela, con una historia central de amor al mejor estilo “novela rosa”, simple, y algunas subtramas que giran en torno a la principal con personajes que por momentos rozan la caricatura.

En los 90 la televisión local tuvo impactos como Mas allá del horizonte o Nano. Pero luego y por muchos años, quizás a raíz de Gasoleros y Muñeca Brava, el costumbrismo argentino comienza a ser el de mayor protagonismo en las historias de ficción en tira. Productos que reflejan la sociedad del momento, con sus riquezas y miserias. Los Roldán fue un claro ejemplo de ello.

Pero como este medio cambia en cada temporada, y con ella los gustos del público, la tendencia en los últimos años demuestra una tendencia a favor de la vuelta de los culebrones clásicos. La telenovela clásica, si se quiere, yendo a la “novela rosa” orientada fundamentalmente al público femenino adulto. La misma que producen países como México, Colombia y Venezuela.

Es una suerte para Argentina, ya que las tiras costumbristas son más difíciles de vender al exterior debido a su sabor local; mientras que los culebrones son más universales y tienen un alcance de exportación mayor. Malparida, al igual que Valientes, por ejemplo, son distribuidas internacionalmente por Televisa de México, el mayor exportador de telenovelas del mundo.

Malparida fue clásica, con alto caudal de público femenino. Fue el mayor éxito de la historia de Pol-ka. Con Alguien que me quiera se intentó volver a la tira costumbrista argentina, y no funcionó. Herederos, también clásica, es un éxito. Se podría encontrar la similitud entre Valientes y Pasión de gavilanes (Telemundo Int); o entre Malparida y Te voy a enseñar a querer (Telemundo int.) o Rubí (Televisa). Lo cierto es que no son más que cuentos clásicos. Historias de amor simples con conflictos universales pero contados de diferente forma que, si funcionan, aseguran la audiencia en una franja horaria cuatro o cinco días a la semana.

Los cambios en los gustos del público son fuertes. En los últimos ocho años, las dos tiras más exitosas que tuvo la televisión son completamente diferentes. Los Roldán (2004) y Valientes (2009). Dos ficciones absolutamente diferentes: en su lenguaje visual, en historias, en personajes... Probablemente también sean dos momentos de Argentina también muy diferentes.


Por: Juan Pablo Martínez Kolodziej

Señales internacionales desde Argentina


ESPN, DISNEY CHANNEL, FOX, FOX SPORTS, WARNER CHANNEL, TNT, MTV, SONY ENTERTAINMENT TELEVISION… Son algunas de las señales internacionales de cable instaladas en Argentina, y desde donde hacen sus transmisiones a toda América Latina.

Si la televisión argentina se caracterizó en los 90 por tener un impresionante crecimiento a nivel interno, con canales recién privatizados que hacían grandes inversiones en contenido para el público local; la primera década del siglo XXI se caracteriza por consagrarse como industria a nivel internacional.

A la exportación de contenidos y formatos al exterior, y de los servicios de producción para cadenas internacionales; hay otro fenómeno que es la instalación de señales satelitales internacionales pertenecientes a grandes corporaciones ligadas al entretenimiento mundial. Desde el año 2004 hasta ahora, estas cadenas eligen como centro de operaciones para toda Latinoamérica a Argentina.

MTV fue uno de los primeros. Disney, desde hace algunos años centró sus operaciones para toda Latinoamérica en el barrio de Olivos. Disney Channel, Disney HD y Disney Playhouse; son los tres canales para diferentes targets que se emiten desde Argentina. A eso se suma ESPN, perteneciente también al grupo de la corporación, que también emite desde el país.

Las ventajas para emitir desde aquí no son pocas. El país ofrece excelentes ventajas a nivel técnico y de recursos humanos, y el hecho de tener un dólar alto hace que los costos para estas corporaciones sean sensiblemente más bajos. A eso se suma una industria en crecimiento, sobre todo a nivel de televisión por cable.

Otro de los factores fundamentales es el capital creativo. Al ser el cuarto exportador mundial de formatos, Argentina está posicionada como un país que tiene para dar mucho a nivel de contenidos. La pluralidad de productoras independientes o “free lance” con las que se cuenta hace que se puedan llevar a cabo todo tipo de proyectos. Es por esta razón que algunos de estos gigantes a nivel mundial hicieron alianzas con algunas de estás productoras para generar y distribuir contenidos a nivel internacional.

BBC adquirió la parte mayoritaria de la productora GP Producciones. De esta forma, se hace un convenio de producción en el cual BBC realiza y distribuye formatos generados por la productora, a la vez que ella produce formatos para la cadena.

Cris Morena Group hizo un acuerdo con Disney para producir en Argentina con exclusividad para la señal. Jake & Blake, realizada en el país con actores argentinos, fue hecha en inglés y luego doblada al español, y se emite actualmente por Disney Channel.

ESPN también produce contenidos originales en Argentina para su señal. Un equipo de destacados profesionales integra los diferentes programas producidos en el país que se ven en todo el mundo de habla hispana.

La instalación de estas cadenas internacionales aporta a un crecimiento de la industria no sólo a nivel del negocio, sino también a través de la diversificación en la producción de contenidos, y ayudando a Argentina a tener una vidriera más en el mundo. Esto, sumado a la televisión digital que se viene y los contenidos en “360”, son innovaciones que estas cadenas van a llevar adelante, ayudando que el país se adapte tempranamente a ellas. Y la industria pueda seguir creciendo.


Por: Juan Pablo Martínez Kolodziej

Televisión con olor a hospital

Desde los años 90 se produjo un boom de las telenovelas de médicos. Es probable que el éxito de las ficciones que persiguen esta temática se deba a que en los hospitales ocurren tragedias las 24 horas del día y eso, sumado a los conflictos amorosos de los doctores y enfermeras, conforma un plato atractivo para la audiencia que cada vez busca más rapidez y dinamismo en la televisión.

La recurrencia de la medicina en las ficciones se inició en los Estados Unidos mucho antes de los 90. El canal NBC transmitió Medic en 1954, la primera telenovela médica. Luego empezó la competencia con Dr. Kildare de NBC y Ben Casey de ABC, ambos en 1961. Sin embargo, General Hospital sobrepasa los récords, ya que fue creada en 1963 y se sigue emitiendo actualmente por ABC.

Pero es a partir del año 1994, período en el que se inicia la dura competencia entre ER de NBC y Chicago Hope de CBS, que este tipo de producciones adquiere más fuerza. Desde entonces no escasean las telenovelas de médicos. Scrubs (desde el 2001 por NBC y desde el 2009 por ABC) y Grey´s Anatomy (desde el 2005 por ABC) son sólo dos de los títulos más exitosos que miles de televidentes siguen semanalmente a través de los canales abiertos de los Estados Unidos.

La fiebre por las telenovelas de hospital está llegando a América Latina. Desde el mes de abril de 2010 el canal RCN de Colombia está emitiendo A corazón abierto, la versión local de la serie norteamericana Grey´s Anatomy. Esta producción ha tenido tanta audiencia que ha superado el rating de Betty la Fea.

En Venezuela, Venevisión emitió durante el año 2009 Los misterios del amor, una producción que trata la relación de una enfermera con su amor platónico, el dueño y director de la clínica en la que ella trabaja. En Perú Clave uno, médicos en alerta se emite por el canal Frecuencia Latina y narra la vida de un grupo de médicos en la sala de emergencia de un hospital público y sus conflictos personales y amorosos. Chile no se quedó atrás con Sin anestesia, por el canal Chilevisión, que culminó en enero de este año luego de haber perdido la batalla contra las telenovelas Los ángeles de Estela de TVN y Corazón Rebelde de Canal 13.

En la Argentina el público que sigue producciones que tratan el mundo de los médicos suele ser ABC1 y tiene la posibilidad de ver las series norteamericanas a través de los canales de cable como Sony, Warner, o Fox. Actualmente no hay telenovelas de médicos en el país, pero en el año 2000 Canal 13 emitió Los médicos de hoy y en el 2003 debutó el unitario Hospital Público por América TV que trataba de casos médicos basados en historias reales en un hospital de ficción, en el que se reflejaba la precariedad del sistema de salud. Hospital Público obtuvo premios de la fundación Huésped por su abordaje del SIDA, un Martín Fierro a la Mejor Actriz de Reparto para Mimi Ardú y un premio FundTV al Mejor Programa de Ficción.

En el 2004 E-24 no es ficción, es realidad fue una apuesta innovadora dentro de la temática de la medicina. El docureality producido por Cuatro Cabezas mostraba lo que grababan las cámaras fijas en hospitales con el objetivo de reflejar los problemas en el sistema de salud pública. E-24 fue transmitida primero por Canal 13 y desde el 2006 por Telefé. El éxito de E-24 permitió la venta del formato a España, Italia y Chile.

En el 2007 Canal 13 emitió la primera temporada de Mujeres de nadie, una historia de dramas amorosos dentro de un hospital, con un elenco distinto al de la segunda y última temporada, transmitida en el 2008.

La figura del doctor, por lo menos en la ficción, representa el estereotipo de hombre sexy y de corazón generoso que conquista a las televidentes. Aún así, las telenovelas de médicos son bienvenidas tanto por la audiencia femenina como por la masculina, porque también existe la curiosidad por saber qué pasa en una sala de emergencias y cómo es la vida de esos profesionales que muchas veces pasan más horas trabajando que en sus casas. Está claro que el boom sigue en los Estados Unidos, está por verse si puede llegar con la misma fuerza a Latinoamérica.


Por: Yasmin Reddig

Pakapaka para todos

La presidenta Cristina Kirchner lanzó, el 17 de septiembre de 2010, el primer canal público infantil del país. Se llama Pakapaka, que en quechua quiere decir “escondite” o “juego de niños”, y está dirigido a niños de entre 2 y 11 años de Argentina y toda Latinoamérica.

La creación de Pakapaka implica que, por primera vez, la televisión pública estimulará a gran escala la producción de series de animación infantiles de origen nacional. Esto se debe a que en los últimos años se observó la migración de la audiencia televisiva infantil de los canales públicos hacia los de cable.

En un comienzo la señal se emitió a través del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre con la meta de ser distribuida por los cableoperadores más importantes del país. Sin embargo, Pakapaka se encontró con serias dificultades para ser transmitida por cable y llegar así a miles de chicos, porque empresas como Cablevisión se oponían a incluir el canal en sus grillas.

El 16 de abril se organizó un festival bajo el lema “Pakapaka para todos” encabezado por Alberto Sileoni, titular de la cartera educativa nacional. Se llevó a cabo frente al Ministerio de Educación con la misión de reclamar la inclusión del canal en las grillas de todos los operadores de cable.

El Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia, emitió el 19 de mayo una declaración en la que sentenció que "la no emisión de Pakapaka por parte de algunos cableoperadores, es un acto de censura que muestra escaso respeto por la libertad de expresión y atenta contra los derechos de los niños, las niñas y la cultura de nuestro pueblo".

Luego de varias idas y vueltas, reclamos y manifestaciones, Cablevisón fue advertida por Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, de perder su licencia y accedió a incluir Pakapaka en su grilla, ubicándolo en el canal 199 de su servicio Premium. DirecTV ya había incorporado la señal infantil en su programación pocos días antes, aunque sin respetar su emisión de 24 horas y emitiéndolo sólo en la franja horaria de 7 a 19.

Entrevista a Cielo Salviolo, Coordinadora General de Pakapaka.

¿Cuál es el objetivo principal de la creación de un canal público exclusivo para niños, como Pakapaka?

El objetivo es poner a disposición de todos los chicos y las chicas de la Argentina contenidos de alta calidad que no sólo se propongan formar o educar, sino también entretener, dar a conocer, abrir ventanas a la cultura de todos los sectores de nuestro país y también a nuevos mundos, haciendo así un aporte para la construcción de su identidad, de la ciudadanía desde la infancia y la creación de una sociedad más justa con educación de calidad para todos.

Como televisión pública nos proponemos contribuir a garantizar una distribución igualitaria de los bienes culturales y simbólicos en un contexto muy marcado por la oferta bastante homogénea del mercado que concibe a los chicos como consumidores.

¿Con qué dificultades se encontraron?

Uno de los mayores desafíos al pasar de ser una franja de programación dentro de Canal Encuentro, a un canal de TV, fue el armado de la grilla. El canal nos permite, por ejemplo, segmentar más los programas: poder atender mejor las particularidades no sólo de cada franja etaria sino también las particularidades de las distintas edades dentro de cada franja. Eso es una potencialidad. También al ser un canal podemos ampliar la diversidad de formatos, de propuestas estéticas y de contenidos.

También está el desafío de combinar la programación de tal forma que los más grandes también se sientan interpelados por el canal y no sientan que es un canal para los más chiquitos. Por eso ubicamos la franja de programación para chicos y chicas de 2 a 5 años a primera hora de la mañana y en el horario de la siesta. Y siempre a continuación El resto de la grilla lo ocupan los programas para los chicos de 6 a 12.

¿Qué visión del niño televidente tienen?

Pakapaka ve a los niños como protagonistas y, en consecuencia, el espacio que les ofrece es aquel en el que puedan expresarse como sujetos activos en la construcción de la realidad y como productores de cultura. Es por eso que trabajamos para crear una señal que conciba a los niños como ciudadanos con derechos que deben ser garantizados y respetados, como sujetos que influyen y son influenciados por el entorno social y cultural; que contribuya a su desarrollo y que apoye el proceso de enseñanza y aprendizaje.

¿Qué valores quieren transmitir?

Por ejemplo el respeto por la diversidad. Consideramos que mostrar otras formas de vida tiene un valor ético importante en relación al conocimiento del otro y al respeto por la diversidad. Partimos de la concepción de que la diversidad nos enriquece como sujetos y nos permite salir de nuestra propia cultura e ir hacia las demás, encontrando en los otros respuestas que desconocíamos.

Se trata así de promover y estimular el conocimiento y el reconocimiento del otro, que posibilita que los niños aprendan a vivir juntos y desarrollen actitudes de respeto, solidaridad y cooperación.

También nos interesa trabajar con un lenguaje rico, variado y correcto, que cuide y respete los sentidos y significados de cada enunciado y el contexto en el que se dice.

¿Cómo les ha ido en los primeros meses de transmisión? ¿El resultado fue el que esperaban?

La señal ha sido muy bien recibida por todos los que pueden verla. Recibimos gran cantidad de mensajes a través de correo electrónico en nuestra página web y en la página de Facebook, y en todos los casos, tanto los chicos y las chicas, como sus padres y los educadores manifiestan mucho agradecimiento y sorpresa por la variedad y calidad de los contenidos.

¿Tienen algún modelo a seguir de la televisión para niños en el mundo?

Durante todo el proceso de investigación para la creación del canal se trabajó mucho no sólo con especialistas en educación, en infancia y en televisión, sino que además, la experiencia de otras televisoras públicas del mundo permitió conocer lo que hacen, cómo lo hacen, etc. La televisión pública británica, francesa, norteamericana y también de países de América Latina como Brasil, Chile o Colombia tienen su propia experiencia y recorrido que ha sido para nosotros interesante conocer y compartir.

¿Por qué prácticamente no hay en Argentina programas para chicos, siendo uno de los públicos que más consumen televisión?
Por un lado, en las últimas décadas se ha dado un proceso por el cual se convoca y se interpela a los chicos y chicas sin tener en cuenta su propia especificidad y sus necesidades, intereses y derechos, sino solo desde el punto de vista de consumidores de televisión y de productos en general. Desde esta perspectiva, los chicos son “invitados” como espectadores de programación para adultos o para otros públicos.

Por otro lado, la gran expansión de los canales de cable en general e infantiles en particular con programación permanente para los chicos y chicas, desalienta probablemente a las productoras y canales a generar contenidos entretenidos, interesantes y que respeten y valoren a los chicos y chicas como sujetos.

¿Cómo definirían al niño como “emisor” del discurso televisivo?

Los niños son portadores de saberes y de un riquísimo mundo cultural. Por eso, entendemos que ser emisores del discurso televisivo implica que puedan expresarse desde su propia voz. En Pakapaka, los chicos y las chicas son los protagonistas. Esto implica incorporar sus perspectivas, sus voces, sus maneras de ser, de expresarse y de vincularse con el presente y con el futuro que imaginan. Sus preocupaciones, sus intereses, sus emociones, las preguntas que se hacen, los modos que tienen de procesar la realidad y sus actividades son parte de la definición de contenidos de la señal.

¿Qué posibilidades puede dar el canal a nuevos gestores de contenidos (guionistas, productores, etc.)?

Trabajamos como un sistema de tercerización de la producción a través de licitaciones públicas. Es decir, a partir de la necesidad de producir determinada serie, en algunos casos se hacen contrataciones y en otros se convoca públicamente a quienes quieran presentarse para llevar adelante la producción. Desde este punto de vista, todo el tiempo se están abriendo puertas a nuevos gestores de contenidos.


Por: Yasmin Reddig

El auge de las “narco-novelas”

Las telenovelas que tratan temas relacionados con el narcotráfico han proliferado en los últimos años. “Narco-novelas”, así se suele denominar a estas producciones que muestran las vidas de los mafiosos y sus mujeres, y que reflejan un lado oscuro y oculto de la sociedad.

La gran mayoría proviene de Colombia. Entre las producciones exitosas de este país se pueden contar El cartel de los sapos, basada en el libro autobiográfico de Andrés López, un ex narco del Cartel del Norte del Valle, en el que la mafia se relaciona con la policía local y norteamericana y con grupos paramilitares; Muñecas de la mafia, que muestra el mundo de la mujer objeto que busca acceder a los mafiosos por su poder y dinero; y Sin tetas no hay paraíso, una telenovela que explora la obsesión por la imagen y la adicción a la cirugía estética de las mujeres dentro del círculo mafioso. Estas últimas producciones se han centrado en el rol esencial de la mujer en un ámbito liderado por hombres de poder.

Sin embargo, Colombia no es el único país en el que este tipo de telenovelas se producen y tienen éxito. Tal es el caso de Más sabe el diablo, una telenovela basada en el libro ¿Por qué diablos?, producida en Estados Unidos que trata sobre un hombre de origen mexicano que se ve implicado en el narcotráfico.

La telenovela es un fenómeno social, por eso el narcotráfico como eje central de estos programas abre la polémica: las “narco-novelas” reflejan una cultura amoral en el horario familiar como si fuera parte legítima de una sociedad. Los integrantes de bandas narcotraficantes son representados de manera que el público crea lazos afectivos hacia ellos.

Las posturas frente a este planteo son tajantes. Los que defienden a estas novelas afirman que es completamente lícito y hasta bueno para la sociedad que se saquen a la luz temas tan importantes que muchas veces los medios no pueden reflejar apropiadamente. De este lado del debate se encuentra el psiquiatra José Antonio Garciandía, quien sostuvo en la revista colombiana Semana: “las telenovelas no están legitimando nada, simplemente muestran algo que ya está informalmente legitimado en la cultura nacional”.

La postura contraria es tajante al proclamar que las “narco-novelas” son una apología al delito y a la deformación de los valores morales, además de que validan la ambición excesiva y a costa de cualquier precio por el dinero y la cirugía estética.

El éxito de las “narco-novelas” no tiene que ver sólo con la búsqueda del entretenimiento, sino con el interés que despiertan en la audiencia. Los televidentes sienten curiosidad por saber cómo funcionan estas organizaciones poderosas, cómo son las vidas de sus líderes y sus familias, y cómo son sus relaciones con la policía, los gobiernos y los grupos paramilitares. Son estas telenovelas, y no los medios, los que pueden dar respuestas más certeras a estas inquietudes.


Por: Yasmin Reddig